
Sorpresa
Encontró un bolso de diseño en el aparcamiento del supermercado.
Mañana –pensó- lo devolveré al departamento de objetos perdidos.
Su dueña tendrá treinta o treintaicinco años, seguro que es rubia y lleva tacones altos. Debe ser muy elegante.
Al llegar a casa, sintió curiosidad de abrirlo, quizás un número de teléfono haría más rápida la devolución.
Pero haberlo encontrado no le daba derecho a fisgonear en él.
Después de pensarlo un rato dejó atrás sus escrúpulos de conciencia y abrió el bolso.
En la billetera una fotografía de su marido con una dedicatoria la dejo sin respiración. Decía:
Tuyo, hasta la muerte.
Adelaida Hidalgo