Ellos. Me esperaban
Los vi allí, alineados,
esperando pacientes
en su montaña de sueños.
Vestidos de amarillo y de silencio,
de sonrisas, de esperanza
y memorias añejas.
Me pareció, que querían hablar conmigo,
y tímidamente me acerque,
y a medida que me hablaban,
las alas de mi mundo deshabitado
crecían sobre el verde de los valles,
embriagándome con la sabiduría
que el aire acercaba a mis labios.
Y supe que caería la fragancia de la flor
y que el trigo volvería a germinar
llenando los campos de mieses doradas,
y gocé, gocé sumergiéndome
en las profundidades de los mares
y planeando sobre las cimas de las montañas.
Y fueron horas intensas,
llenas de felicidad
por haberlos encontrado.
Adelaida Hidalgo