
NO LO DUDES
Caminé más allá de los versos del poeta.
Más lejos aún de los latidos del corazón.
Me adentré en la entraña misma.
Respiré su ser
y grite:
soy mujer.
La que gasta su vida dibujando sueños,
para hacer más grato el camino.
La que llora y ríe,
mientras crece la esperanza.
La que escribe en las paredes del tiempo
con lápices de todos los colores,
esconde en las esquinas los engaños
y azarosa de experiencia
convierte la tempestad
en la más cálida calma.
Porque no lo dudes ni un instante:
soy mujer.
Adelaida Hidalgo
Adelaida, me encantó este canto que le dedicas a la mujer porque es así, calla y esconde en las esquinas los engaños.
ResponderEliminarMaravilloso...precioso.
Un beso
Gracias Princesa por pasar a comentar.
ResponderEliminarMe alegra que te guste.
Un abrazo.
Adelaida
Adelaida, un hermoso canto a la mujer que todas lleváis dentro. En este poema te reconoces como tal y defiendes su personalidad, por eso gritas ¡soy mujer!
ResponderEliminarEsa, que da la vida al ser humano porque además también es madre; aquella que como bien expresas en tus dos últimos versos, convierte la tempestad con el silencio de la calma.
Un abrazo poetisa. Felicidades en vuestro día. Juan.
Gracias Galeote has definido muy bien mi poema.
ResponderEliminarMe alegra encontrarte entre mis versos.
Besos.
Adelaida
Un cordial saludo:
ResponderEliminarY se podrían decir muchas más cosas porque el alma de una mujer siempre está deseando llenarse, aunque nunca lo consigue del todo.
Un beso. Elisa
Gracias por pasar Elisa. Tienes toda la razón el alma de la mujer es tan grande que siempre le queda un pedazo vacío esperando llenarlo algún día.
ResponderEliminarUn abrazo.
Adelaida