Viaje a Estambul
domingo, 21 de febrero de 2010
Aquel verano
Reclinada sobre tu pecho
aquel verano
veíamos bostezar los arboles a la luna,
tu aliento, olía a pan dulce
saliendo de tus labios
incendiarios de deseos,
tus brazos, torneaban
mi cintura y las horas,
pasaban perezosas.
Lentamente...
llegó
el
invierno.
Con sus brumas,
sus escarchas
y la ausencia
heladora del destino.
A veces, el viento frío
llegaba envuelto
en una cálida brisa
y el amanecer me sorprendía
por los senderos blancos
de aquel verano.
Algunos días...
necesitaba oír el roce de las estrellas.
Adelaida Hidalgo
sábado, 6 de febrero de 2010
Aquellos días
Sobre mi corazón llueve
añoranza. En la pizarra
de mi niñez aún siguen
escritos los colores
verdes y plateados
de los valles y las sierras
de La Nava,
la hoz del segador,
el sonido del trillo,
y el clic clac del pialero
en el olivo.
El agua transparente
del arroyo, el chirriar
del cigüeñal y el canto
de los grillos.
Soy como un barco
perdido luchando
con las olas del destino.
Y ya nada es igual
pero...
Sueño con volver.
Adelaida Hidalgo
Sobre mi corazón llueve
añoranza. En la pizarra
de mi niñez aún siguen
escritos los colores
verdes y plateados
de los valles y las sierras
de La Nava,
la hoz del segador,
el sonido del trillo,
y el clic clac del pialero
en el olivo.
El agua transparente
del arroyo, el chirriar
del cigüeñal y el canto
de los grillos.
Soy como un barco
perdido luchando
con las olas del destino.
Y ya nada es igual
pero...
Sueño con volver.
Adelaida Hidalgo
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